lunes, 27 de marzo de 2017

Profundizar acuerdos con el imperialismo y mantener en el poder a Bashar al Assad constituye el camino más seguro para el retroceso de la lucha del pueblo kurdo

Muslim, el máximo referente del pueblo kurdo de Rojava.
Por Juan Giglio 

El Comité Kurdistán de Argentina, desde el cual se impulsaron acciones de apoyo para con este heroico pueblo dejó de funcionar, siendo reemplazado en los hechos por un sitio de internet – Kurdistán América Latina – desde el cual se reproducen, sin ningún tipo de cuestionamientos, informaciones provenientes de la conducción política kurda.

En el comité coexistimos organizaciones, que no necesariamente coincidimos con las orientaciones de su dirección, que desde hace un tiempo dejó de impulsar la movilización solidaria internacionalista para dar lugar a una política unilateral de alianzas con los imperialistas yanquis y rusos y de complacencia con la dictadura siria.

Esta línea se expresa en una entrevista realizada al máximo referente del Partido de la Unión Democrática de Rojava, Saleh Muslim, que acaba de ser publicada en Kurdistán América Latina, donde se refiere a “la situación en Rojava (Norte de Siria), las relaciones con Estados Unidos y Rusia, y la lucha contra los grupos terroristas”.

Muslim no deja dudas cuando explica que para enfrentar a “ISIS y Turquía” profundizarán acuerdos con sus supuestos enemigos en común y dejarán de lado cualquier posibilidad de enfrentase con al Assad, que junto a la teocracia iraní es uno de los principales aliados de los yanquis y los rusos en la región.

“La liberación de Raqqa de ISIS es importante en dos aspectos. En primer lugar para la seguridad de la región y de nuestros pueblos en el Kurdistán sirio. El enemigo será expulsado del territorio por nuestra gente y los pueblos estarán más seguro. La guerra será movida lejos de nuestras fronteras”.

“Nuestra relación con estos poderes – se refiere a Trump y Putin – está en el ámbito de la lucha contra el terrorismo de ISIS, que es un enemigo nuestro y de ellos. Nuestras relaciones continúan sobre esta base. Las promesas que hicimos mutuamente se han mantenido y no hemos tenido ningún problema”.

Tanta confianza tiene en los imperialistas que arriesga la posibilidad de continuar las relaciones más allá de la guerra, construyendo una alianza para “democratizar” Siria: “nos gustaría dar a estas relaciones un aspecto político y desarrollarlas. Supongo que estos poderes también quieren desarrollar estas relaciones”.

“Tenemos nuestro proyecto de una Siria Democrática Federal, que tiene como objetivo la democratización… ellos también dicen que quieren una Siria democrática”. Para Muslim esto podría funcionar con Bashar: “La cuestión es que nuestro problema es acerca de la democracia, no es si el régimen se mantendrá o no”.

Donald Trump y Vladimir Putin son los representantes de dos imperialismos, cuyos intereses son contrarios a los derechos de los trabajadores y los pueblos de todo el mundo, ya que los monopolios que ellos defienden lucran explotando y reprimiendo a las masas de sus países y las colonias que oprimen. Sus tropas están en Siria e Iraq para consolidar el dominio político, militar y económico al servicio de esas grandes empresas.

Para lograr ese objetivo han pactado el reparto de zonas de influencia, aunque coincidiendo en una cuestión muy importante: apoyar la continuidad de la dictadura de Bashar al Assad, de manera que cuando termine la guerra el régimen baazista garantice la "gobernabilidad" capitalista del país, para lo cual no tendrá miramientos en aplastar los deseos autonomistas kurdos, que objetivamente van en contra de la dictadura.

Otro aspecto en el que se pusieron de acuerdo - entre sí y con al Assad - es en permitir la invasión turca a Jarabulus y al Bab, para cortar cualquier posibilidad de unificación de los cantones de Rojava. Una vez ahí, yanquis, rusos y sirios "marcaron el terreno" impidiendo que las tropas de Erdogan avanzaran hacia el este en dirección de Manbij y hacia el sur en dirección a Raqqa, poniéndole un límite al pretendido "Sultán" de la reconstrucción del Imperio Otomano.

Los trotskistas de CS de Combate nos hemos puesto al frente del apoyo a la causa kurda, siendo protagonistas de todas las acciones solidarias que se han realizado desde fines de 2014, viajando varias veces al Kurdistán, tanto a la región turca denominada Bakur, como a Rojava, que está situada dentro de Siria.

Desde esa ubicación no cuestionamos el aprovechamiento militar que hicieron los kurdos de las contradicciones de sus enemigos, como cuando se liberó Kobane, que no hubiera sido posible sin bombardeos yanquis. Sin embargo siempre manifestamos nuestra oposición a que estas maniobras tácticas se transformaran en acuerdos políticos, tanto con el régimen como con el imperialismo, como los que defiende Muslin.

A pesar de nuestras diferencias con la dirección kurda, continuaremos apoyando la lucha de su pueblo por sus derechos inalienables, pero hablando claro y cuestionando políticamente a sus conducciones, diciéndoles, como en este caso, que no es ninguna salida la colaboración con el imperialismo y la dictadura de Bashar al Assad, sino la derrota de estos junto con sus otras marionetas regionales.

Desde nuestro punto de vista no habrá liberación nacional, social o de género sin encarar la construcción de una Federación de Estados o Regiones Autónomas de carácter obrero y socialista, apoyándose para ese en los auténticos amigos de la revolución: las masas empobrecidas de Medio Oriente y el resto del mundo. 

domingo, 26 de marzo de 2017

La conducción del pueblo kurdo se equivoca aliándose con los imperialistas yanquis y rusos

Tropas del imperialismo ruso en el norte de Siria.
Por Juan Giglio 

Según el especialista en cuestiones kurdas Manuel Martorell “Rusia y Estados Unidos neutralizan la intervención de Turquía en una operación combinada en la guerra siria, interponiéndose entre el Ejército turco y las FSD, la alianza liderada por el PYD”.

De esa manera, el accionar de estos dos países imperialistas estaría “arrinconando a los grupos rebeldes respaldados por Ankara en una “franja de seguridad” delimitada por las localidades de Azaz, Jarabulús y Al Bab, recientemente arrebatada por estos grupos al Estado Islámico”.

“Para el Gobierno de Tayip Erdogán, cuyas relaciones con los países occidentales no pasan precisamente por su mejor momento, supone un fuerte revés para su estrategia en Siria, ya que, una vez tomada Al Bab, había anunciado expulsar a las SDF de la zona de Manbij”.

“En este sentido, Erdogán había pedido al nuevo presidente norteamericano, Donald Trump, que dejara de apoyar al PYD, argumentando que se trata de una organización terrorista al ser “la rama siria del PKK”.

“El problema con el que se ha encontrado Ankara estriba en que no solo el Pentágono ha ratificado su apoyo al PYD y a sus SDF, sino que ha enviado nuevas partidas de armamento y más unidades terrestres de combate para ayudarles en la ofensiva sobre Raqqa”.

“Por su parte, Rusia, que hasta ahora coordinaba sus operaciones militares con Turquía, ha decidido, de acuerdo con el Gobierno de Damasco, poner fin a la penetración turca en territorio sirio, considerando suficiente “premio” a su colaboración en la ofensiva de Alepo”.

“En definitiva, el régimen de Damasco, apoyado por Rusia, y la alianza kurdo-árabe, apoyada por EEUU, tendrían en sus manos prácticamente toda la “Siria útil” y, probablemente, más del 80 por ciento de la población que todavía permanece dentro del país”.

“Teniendo en cuenta que el PYD, el partido kurdo que lidera las SDF, siempre ha defendido una salida al conflicto negociada con el Gobierno central, parece lógico que, al final, la solución a la guerra siria, pase por un acuerdo entre el régimen y las Fuerzas Democráticas Sirias”.

Otros analistas relacionados al PKK y otras fuerzas políticas caracterizan los acontecimientos de manera parecida, llegando a una conclusión tan equivocada como reaccionaria: ¡Al haber detenido el avance de los turcos, Putin y Trump estarían jugando un papel progresivo!

Sin embargo Putin y los yanquis solo están poniendo límites a la invasión turca del norte de Siria - que antes facilitaron  - ya que al haber tomado al Bab, las tropas de Erdogán cumplieron con el objetivo planificado, que era el de frenar la unificación de los cantones kurdos.

Los mismos que permitieron el avance de Turquía hacia territorio kurdo en el norte de Siria, utilizan a otras fuerzas para culminar con sus tareas al sur de Rojava – las de Bashar al Assad y Hezbollah – impidiendo de esa manera el fortalecimiento de los distintos actores regionales.

Los representantes de las potencias mundiales saben bien lo que significa “dividir para reinar”, ya que no están ahí para ayudar a los pueblos oprimidos sino para detener la revolución e imponer sus intereses económicos y geopolíticos.

Como no tienen fuerza ni autoridad para desplegar sus propios ejércitos, sin ser repudiados y echados a patadas por el movimiento de masas, los imperialistas – con la excusa de acabar con el terrorismo que ellos mismos crearon – se están apoyando en fuerzas antagónicas, pero sin dejar de promover las contradicciones y choques entre todas estas.

Desde Convergencia Socialista hemos estado desde el primer momento apoyando el proceso revolucionario de las masas kurdas de Rojava, entendiendo que para avanzar debían unirse a los pueblos de Medio Oriente y derrotar a las dictaduras que los oprimen, como Bashar al Assad.

Desde siempre dijimos que el régimen baazista contaba con el apoyo del imperialismo, cuyos líderes luego del denominado “Pacto 5 más 1” resolvieron sostenerlo, razón por la cual masacraron a gran parte del pueblo de Aleppo y de otras ciudades.

Después de acabar con el engendro islámico que ayudaron a organizar, los dueños del mundo aplastarán los derechos conquistados por el pueblo kurdo, imponiendo a sangre y fuego los pactos de la post primera guerra que defienden, garantizando así la “unidad de Siria” que no es otra cosa que el fortalecimiento de su gobierno capitalista y anti kurdo.

Lamentablemente, después del retroceso de la lucha contra Erdogan, el PYD y sus aliados decidieron aceptar la “tutela” política de los enemigos principales del pueblo kurdo y de todos los pueblos del mundo: los imperialistas que encarcelaron a su líder - Abdullah Ocallan - y siguen apoyando al carnicero Erdogán. 

La defensa de los acuerdos contrarrevolucionarios - que impusieron la existencia del estado capitalista sirio – no dejará ningún margen para el desarrollo de una verdadera autonomía en territorios kurdos. Las “concesiones” que al Assad está dispuesto a otorgarles a los habitantes de Rojava son solo cosméticas.

Los trotskistas continuaremos apoyando la lucha de los kurdos y las kurdas por sus derechos inalienables, pero hablando claro y cuestionando a sus conducciones, diciéndoles que no es ninguna salida la colaboración con el imperialismo sino la expulsión de los mismos junto con sus marionetas regionales. 

Desde nuestro punto de vista no habrá liberación nacional, social o de género sin encarar la construcción de una Federación de Estados o Regiones Autónomas de carácter obrero y socialista, apoyándose para ese en los auténticos amigos de la revolución: las masas empobrecidas de Medio Oriente y el resto del mundo. 

lunes, 20 de marzo de 2017

Fuera las tropas rusas del Cantón de Afrin. Fuera imperialistas de Rojava y Medio Oriente

Por Juan Giglio 

Efectivos militares del estado ruso se han instalado en el Cantón de Afrin - situado en el noroeste de la región autónoma kurda de Siria o Rojava - tal como lo acaba de informar una de las agencias periodísticas dedicadas a difundir la lucha por los derechos del Kurdistán.

Desde el sitio de internet Kom News se declara que esto fue acordado luego de una reunión de funcionarios enviados por Vladimir Putin con los/as dirigentes de las YPG, que junto a las YPJ constituyen las poderosas milicias de autodefensa de Rojava.

El vocero de YPG, Redur Xelil, dijo que el pacto - firmado el domingo pasado - significa que las tropas rusas cumplirán tareas de “protección” de la región y entrenamiento de las fuerzas locales en su lucha “contra el terrorismo”.

Según Xelil, “tropas y vehículos blindados ya se encuentran en la localidad de Cindirese” dentro del cantón de Afrin, que debido a la invasión turca - apoyada por EE.UU., Siria, Irán y Rusia - no pudo conectarse con los otros dos cantones: Cezire y Kobane.  

El comandante culminó su informe manifestando que “debido a nuestro éxito en la lucha contra el terrorismo, muchas fuerzas quieren ayudarnos…” Sin embargo, los terroristas a los que hace referencia – ISIS – están en retroceso, totalmente cercados en Mosul y Raqqa.

Los imperialistas yanquis – que ya están instalados – y los imperialistas rusos pretenden quedarse en Rojava no para defender al pueblo kurdo, sino para dominarlo políticamente, saquear sus recursos y controlar una zona clave desde el punto de vista geo estratégico.

Mientras tanto, los principales terroristas de la región están siendo apoyados por el imperialismo, que de conjunto defiende la continuidad de sus socios en los negocios Recep Tayyip Erdogan, Bashar al Assad, Masmud Barzani, Benjamin Netanyhau y compañía.

Todos estos, empezando por Putin y Trump, están en contra de la construcción de una región autónoma kurda, porque defienden los pactos de la post Primera Guerra – Laussane y Sykes– que garantizan la existencia de los actuales estados, impuestos para dividir al Kurdistán.

Desde CS y el espacio unitario Kurdistán Desde el Sur volvemos a reiterar nuestro rechazo a la presencia de tropas imperialistas, repitiendo que los mejores aliados de la lucha contra la opresión nacional, de género y social son los trabajadores y los pueblos de todo el mundo. 

Los socialistas bregamos por la derrota de las dictaduras regionales, la expulsión del imperialismo y la construcción de una Federación de Estados o Entidades Autónomas - apoyada en las asambleas populares - tanto en Siria como en todo Medio Oriente.