Por Juan Giglio
Hemos recibido la “Declaración final de la 10ª Asamblea
General del Kongra Gel (Congreso de los Pueblos)”, un organismo influenciado
directamente por el PKK, Partido de los Trabajadores del Kurdistán, cuyo líder,
Abdullah Ocalan, se encuentra en prisión desde hace 17 años.
Este Congreso se realizó bajo el slogan “Construyamos la
Autonomía Democrática, aseguremos la liberación del líder Apo y del pueblo
kurdo” en las zonas de Defensa Media en las montañas de Kandil, que es una
región de Iraq liberada por la guerrilla kurda desde hace varios años.
Según los informes que se desprenden de sitios de internet
relacionados a la lucha del pueblo kurdo, esta “Asamblea fue secundada por 160
miembros de diferentes orígenes étnicos, turcos, árabes, persas así como
miembros de delegaciones internacionales como Alemania.”
El Kongra declaró que “la tercera
guerra mundial está en curso y que los poderes internacionales y estados
regionales están tomando parte en ella de manera directa e indirecta, mientras
que los pueblos están organizando su lucha para poder implementar un estilo de
vida libre y democrático.”
Desde KDS coincidimos con este punto de vista,
desarrollado en varias notas de nuestro blog, donde caracterizamos que en esa “guerra
mundial” no se están enfrentando directamente los oponentes imperialistas
involucrados, sino que han “tercerizado” la contienda, a través de milicias
mercenarias -ISIS, Al Nusra, etc.- y aliados tácticos, como Bashar, Hezbollah o
las autodefensas kurdas.
Uno de los bloques -conformado por un sector del
imperialismo yanqui, Qatar, Arabia, Israel y Turquía- está detrás de Estado
Islámico, Al Nusra y otros engendros parecidos. Mientras que el denominado “Acuerdo
5+1” -integrado por Obama, el imperialismo europeo, Irán y Rusia- apoya a las
fuerzas que enfrentan a esos otros sectores.
El retroceso y aislamiento internacional de Erdogan -que
está tratando de “amigarse” con cuanto enemigo suelto anda por ahí- responde
justamente a esta lógica, ya que su bloque está perdiendo la guerra en el
terreno principal en el cual se está librando: Siria e Iraq.
Asumir esta caracterización significa entender que los aliados
“tácticos” del pueblo kurdo son potencias que -por distintas razones económicas y políticas- hacen esto no para defender los intereses de los pueblo
oprimidos, sino para derrotar a las fuerzas capitalistas con las cuales, circunstancialmente, se están enfrentando.
¡Apenas este bando “aliado” triunfe apuntará sus armas en
contra de la autonomía del pueblo kurdo! que es lo que se han encargado de aclarar
Obama, Putin, el Papa y demás en las “Negociaciones de Ginebra”, cada vez que rechazaron la
participación kurda y reafirmaron la necesidad de “mantener la unidad de Siria”.
En boca de esto personajes, la “unidad política y
territorial siria” significa mantener al régimen baazista - con o sin Bahsar Al
Assad- de manera de contar con un gobierno fuerte que les garantice sus
negocios, que son antagónicos al bienestar de los pueblos, ya que para
concretarlos necesitan imponer planes de ajuste, explotación, represión y saqueo
de los recursos naturales.
Esta perspectiva es, obviamente, contraria a los principios
sociales y políticos sobre los cuales se está tratando de organizar el “Federalismo”
en Rojava y otras regiones. Por eso, no son casuales las
reuniones entre Erdogan y Putin, como tampoco lo son los encuentros que se vienen realizando entre representantes del gobierno turco y
agentes de su “enemigo irreconciliable”, Bashar Al Assad.
Todos estos, junto a Obama, Irán y compañía sacaron la
conclusión de que Estado Islámico y Al Nusra han sido derrotados y, que
por lo tanto, ya es el momento de organizar la guerra que, a pesar de sus diferencias, los unifica: contra la Revolución de Rojava y el
Confederalismo Democrático del pueblo kurdo.
Teniendo en cuenta esta perspectiva, la
declaración del Kongra “invitando a dichas potencias para que actúen con
responsabilidad histórica por la paz y la estabilidad y a que abandonen las
políticas anti-kurdas y que jueguen un papel que favorezca el relevo a un
Oriente Medio democrático…” no es solo equivocada, sino que desarma política y
militarmente.
Generar expectativas en que los responsables de los crímenes
más horrorosos contra la humanidad, podrían cambiar sus políticas
miserables y ayudar a que avance la experiencia del Confederalismo
Democrático, es una utopía que se contradice con los nuevos desafíos del pueblo
kurdo, que continúa siendo la vanguardia del proceso revolucionario de Medio Oriente.
Desde nuestro punto de vista -que parte del apoyo
incondicional a la lucha de las masas kurdas en Siria, Turquía, Irán e Iraq-
hay que prepararse política y militarmente para la pelea de fondo que se avecina: la que se librará en contra del
régimen de Bashar Al Assad, sostenido por Obama, Irán y demás enemigos de los
oprimidos.
¡No habrá Confederalismo Democrático ni Federación de
Estados o Regiones Autónomas Socialistas -como proponemos desde KDS- sin
acabar con los enemigos de la libertad, la democracia y el Socialismo, que son
los gobiernos capitalistas de Medio Oriente y los grandes poderes imperialistas
que los sostienen!
Para avanzar en ese sentido, el pueblo kurdo tiene que consolidar una alianza táctica superior a la que han construido hasta el momento: la unidad con los trabajadores y los pueblos de todo el mundo, los únicos interesados en que triunfe el proceso revolucionario que dio lugar a las Asambleas y Milicias Populares de Rojava.
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