Kerry y Lavrov: Estados Unidos y Rusia tienen muchas disputas y contradicciones, pero una gran coincidencia, la de impedir el desarrollo de la autonomía o el estado kurdo en Medio Oriente. |
Por
Martín Romero
Cambios
sobre el terreno
No es novedad decir que las negociaciones de
Ginebra, impulsadas para resolver la crisis siria, no han rendido sus frutos.
Pero desde la última edición de estas, han acontecido numerosos cambios sobre
el territorio y en lo que respecta a negociaciones entre las partes.
En el terreno militar, es notorio el progreso
que han tenido las fuerzas del régimen baazista y sus aliados, Rusia e Irán.
Cabe recordar que dichas fuerzas no solo se componen del Ejército Árabe Sirio y
milicias locales aliadas al Baaz, sino que también están integradas por
integrantes de milicias chiítas iraquíes y la libanesa Hezbollah, sumados a
importantes contingentes de soldados rusos e iraníes.
Esos avances se han dado en su mayoría contra
los grupos enrolados en la Coalición Nacional Siria, vinculados a Turquía y las
monarquías del golfo, y contra el “ex” Frente al-Nusra (ahora llamado Frente
Fatih al-Sham, después de su ruptura con al-Qaeda), aliado táctico -y en
algunos casos hasta ideológico- de varios de esos grupos.
La ofensiva del régimen sobre el este de
Alepo, controlado por las milicias nombradas cerró el cerco, cortando la única
ruta de abastecimiento, sitiando así los barrios orientales de la ciudad. Sus
residentes sufren los bombardeos aéreos de la Fuerza Aérea, de la aviación
rusa, de la artillería del ejército y del fuego de morteros y cohetes de las
milicias pro assadistas y opositoras.
Los combates arreciaron tras el contraataque
de la oposición para romper el sitio, desatando sobre la urbe una auténtica
tormenta de fuego que llueve desde todas las direcciones. La población no solo
sufre las consecuencias de las acciones militares y los disparos a cualquier
cosa que se mueva. Hay desabastecimiento, falta de servicios básicos, alimentos
y atención de emergencias, por lo que Alepo está sumergida en una terrible
crisis humanitaria.
Las operaciones del régimen contra el
autoproclamado Estado Islámico han tenido otros resultados: La más importante
de ellas fue la frustrada ofensiva contra Raqqa. Su inicio se produjo como una
respuesta al anuncio de una operación por parte de las Fuerzas Democráticas de
Siria para liberar la capital del Califato, que sería suspendida para
concentrar esfuerzos en la liberación de la ciudad de Manbij. Las bandas del
Estado Islámico derrotaron de forma contundente al régimen y sus aliados en las
afueras de al-Tabqa, mediante un contraataque, provocando numerosas pérdidas y
una desbandada en la retirada.
Por otra parte, las Fuerzas Democráticas de
Siria han liberado inmensas extensiones y poblados al oeste del río Éufrates,
en lo que parecía un avance para conectar el cantón de Efrin con los restantes.
Sin embargo, dicho avance se detuvo, y los esfuerzos se centraron en el sitio a
Manbij y su lenta liberación de las bandas terroristas atrincheradas en su
interior, que usan a civiles atrapados como escudo humano y colocan explosivos
por todos lados.
Las
negociaciones no solo se dan en Suiza
Un hecho muy significativo en las últimas
semanas fue el fallido intento de golpe por parte de un sector de las fuerzas
armadas turcas -tratado ampliamente en diversas notas en el blog
kurdistandesdelsur.blogspot.com- que produjo sustanciales modificaciones en las
relaciones entre los países involucrados en el conflicto sirio.
Ya habían tenido lugar conversaciones secretas
en Argelia entre el gobierno de Recep Tayyip Erdogan y el de Bashar al Assad,
promovidas por el gobierno iraní. Y son constantes las entrevistas entre los
encargados de las relaciones exteriores de Rusia y los Estados Unidos, Sergei
Lavrov y John Kerry respectivamente, que ¿casualmente? se encontraban reunidos
el día de la intentona de los militares turcos.
A pesar del contragolpe y la represión desatada
por el gobierno turco, fortalecido sólo coyunturalmente, comienzan a salir a la
luz las limitaciones y debilidades de Erdogan en cuanto a sus ambiciones, y es
por eso que se ve obligado a pactar con sus rivales. A eso, a la presión de las
principales potencias mundiales y a la profunda crisis económica, social y
política que atraviesa Turquía, es que se debe el acercamiento de Erdogan a
Rusia, Siria e Irán.
Otro factor que tienen en común esos dos
últimos estados y Turquía es la cuestión kurda, que preocupa comúnmente a los
tres, porque sus regímenes autoritarios ven a los kurdos como una amenaza a sus
políticas interiores, que se basan en la represión política y el sometimiento
de las minorías étnicas.
Ahora ¿qué es lo que preocupa a Estados Unidos
y Rusia en lo que a la cuestión kurda se refiere? Hay indicios, por
declaraciones de importantes funcionarios de ambos estados, y acciones tanto
diplomáticas como militares en consecuencia, de que la autonomía kurda rompe
con el nuevo mapa político delineado de cara al futuro por las principales
potencias y sus planes para la región.
Autonomía
kurda, federalismo y referéndum
Por dos caminos diferentes, las
administraciones del Gobierno Regional del Kurdistán (Iraquí) y de Rojava han
impulsado procesos de autonomía, no solo contra la voluntad de los respectivos
gobiernos de los estados que ocupan esas dos regiones del Kurdistán (Irak y
Siria), sino del régimen teocrático de Irán, que también ocupa parte del
Kurdistán y es un aliado de ambos.
En Rojava y el Norte de Siria, se ha declarado
una Administración Federal, impulsada por los organismos de representación de
todas las comunidades que habitan la región. Se ha redactado una carta
constitutiva, se declaró una capital y se oficializaron como fuerzas de
autodefensa las Fuerzas Democráticas de Siria.
En Bashur (Kurdistán Iraquí) el Gobierno
Regional del Kurdistán, encarnado en el presidente Masoud Barzani , ha
impulsado un referéndum para decidir sobre la independencia del estado iraquí.
Así es como la posibilidad de
autodeterminación de los kurdos empieza a tomar formas más consistentes, aunque
de dos formas diferentes, porque la segunda está ligada a los intereses de los
clanes y sus negocios con los países vecinos, y la primera a la democracia
multiétnica y a la revolución social que se está llevando a cabo en Rojava.
Las
partes negociantes y Ginebra
Sumemos a todo esto que Irán, tras el Pacto
5+1, se ha transformado en el verdadero actor protagónico en Medio Oriente, a
pesar de las ambiciones de Erdogan y los sucesos de Turquía, posicionándose
como interlocutor y aliado regional tanto de Estados Unidos como de Rusia. Eso
sucede como resultado de la debilidad de los norteamericanos a la hora de
imponer sus planes en las relaciones internacionales, tanto políticas como
comerciales.
Por eso es que Rusia y Estados Unidos apuran y
frenan las negociaciones de Ginebra de acuerdo a como se van dando las cosas
sobre el terreno. La piedra de la discordia en las últimas discusiones ha sido
la inclusión (o no) de una representación en las mismas de la Administración
Federal de Rojava y el Norte de Siria. Hasta ahora, tanto régimen sirio como
oposición fueron intransigentes en la participación de una delegación de ese
origen en las conversaciones.
Es en el mismo sentido de las
caracterizaciones que venimos realizando en Kurdistán Desde el Sur, que lo
refleja una nota publicada por la agencia Hawar News (leer nota en inglés). En esa nota, la
copresidenta de la Asamblea Democrática de Rojava y Norte de Siria, Ilham
Ahmed, habló acerca de lo que sucede en las arenas de las negociaciones, los
pactos “bajo la mesa”, y como algunas partes no ayudan a los refugiados.
También habla sobre como las catástrofes humanitarias producidas por la guerra no
son tenidas en cuenta, mientras las potencias y los gobiernos se muestran las
cartas de negociación.
No solo ellos, todas las voces que participan
en mayor o menor medida se alzaron en contra de la declaración federalista, con
algunos puntos diferentes y otros similares. La unidad de Siria fue hasta ahora
el principal argumento, aduciendo que la voluntad de los pueblos de Rojava y el
Norte de Siria es “unilateral” y atenta contra la unidad de Siria. Así es como encubren que existe un interés
común que une al régimen baasista, a la Coalición opositora siria, a los
gobiernos de Turquía, Irán, Irak, también a Rusia y los Estados Unidos.
Sin embargo, ha sido Lavrov quien ha tratado
de persuadir a las otras partes que es necesaria la presencia de una delegación
de Rojava en las conversaciones, y esto no solo no ha sido descartado, sino que
ha despertado coincidencias con algunas de las partes, incluido el enviado
especial de la ONU, Staffan de Mistura, y algunos funcionarios estadounidenses
Conociendo las intenciones generales de todos
los actores, es que todo indicaría que las próximas negociaciones de Ginebra
tienen también como intención aplastar a la revolución de Rojava y el Norte de
Siria, acotando sus horizontes a los planes del imperialismo y los regímenes
autoritarios regionales, y socavando las voluntades de libertad y
autodeterminación del pueblo kurdo y otras minorías que ven en Rojava un
ejemplo a seguir. ¿Será la próxima sesión en Ginebra una reedición del tratado
de Lausana, como ya habíamos advertido en otras notas (Leer "Ginebra es una trampa")?
No hay comentarios:
Publicar un comentario