domingo, 26 de marzo de 2017

La conducción del pueblo kurdo se equivoca aliándose con los imperialistas yanquis y rusos

Tropas del imperialismo ruso en el norte de Siria.
Por Juan Giglio 

Según el especialista en cuestiones kurdas Manuel Martorell “Rusia y Estados Unidos neutralizan la intervención de Turquía en una operación combinada en la guerra siria, interponiéndose entre el Ejército turco y las FSD, la alianza liderada por el PYD”.

De esa manera, el accionar de estos dos países imperialistas estaría “arrinconando a los grupos rebeldes respaldados por Ankara en una “franja de seguridad” delimitada por las localidades de Azaz, Jarabulús y Al Bab, recientemente arrebatada por estos grupos al Estado Islámico”.

“Para el Gobierno de Tayip Erdogán, cuyas relaciones con los países occidentales no pasan precisamente por su mejor momento, supone un fuerte revés para su estrategia en Siria, ya que, una vez tomada Al Bab, había anunciado expulsar a las SDF de la zona de Manbij”.

“En este sentido, Erdogán había pedido al nuevo presidente norteamericano, Donald Trump, que dejara de apoyar al PYD, argumentando que se trata de una organización terrorista al ser “la rama siria del PKK”.

“El problema con el que se ha encontrado Ankara estriba en que no solo el Pentágono ha ratificado su apoyo al PYD y a sus SDF, sino que ha enviado nuevas partidas de armamento y más unidades terrestres de combate para ayudarles en la ofensiva sobre Raqqa”.

“Por su parte, Rusia, que hasta ahora coordinaba sus operaciones militares con Turquía, ha decidido, de acuerdo con el Gobierno de Damasco, poner fin a la penetración turca en territorio sirio, considerando suficiente “premio” a su colaboración en la ofensiva de Alepo”.

“En definitiva, el régimen de Damasco, apoyado por Rusia, y la alianza kurdo-árabe, apoyada por EEUU, tendrían en sus manos prácticamente toda la “Siria útil” y, probablemente, más del 80 por ciento de la población que todavía permanece dentro del país”.

“Teniendo en cuenta que el PYD, el partido kurdo que lidera las SDF, siempre ha defendido una salida al conflicto negociada con el Gobierno central, parece lógico que, al final, la solución a la guerra siria, pase por un acuerdo entre el régimen y las Fuerzas Democráticas Sirias”.

Otros analistas relacionados al PKK y otras fuerzas políticas caracterizan los acontecimientos de manera parecida, llegando a una conclusión tan equivocada como reaccionaria: ¡Al haber detenido el avance de los turcos, Putin y Trump estarían jugando un papel progresivo!

Sin embargo Putin y los yanquis solo están poniendo límites a la invasión turca del norte de Siria - que antes facilitaron  - ya que al haber tomado al Bab, las tropas de Erdogán cumplieron con el objetivo planificado, que era el de frenar la unificación de los cantones kurdos.

Los mismos que permitieron el avance de Turquía hacia territorio kurdo en el norte de Siria, utilizan a otras fuerzas para culminar con sus tareas al sur de Rojava – las de Bashar al Assad y Hezbollah – impidiendo de esa manera el fortalecimiento de los distintos actores regionales.

Los representantes de las potencias mundiales saben bien lo que significa “dividir para reinar”, ya que no están ahí para ayudar a los pueblos oprimidos sino para detener la revolución e imponer sus intereses económicos y geopolíticos.

Como no tienen fuerza ni autoridad para desplegar sus propios ejércitos, sin ser repudiados y echados a patadas por el movimiento de masas, los imperialistas – con la excusa de acabar con el terrorismo que ellos mismos crearon – se están apoyando en fuerzas antagónicas, pero sin dejar de promover las contradicciones y choques entre todas estas.

Desde Convergencia Socialista hemos estado desde el primer momento apoyando el proceso revolucionario de las masas kurdas de Rojava, entendiendo que para avanzar debían unirse a los pueblos de Medio Oriente y derrotar a las dictaduras que los oprimen, como Bashar al Assad.

Desde siempre dijimos que el régimen baazista contaba con el apoyo del imperialismo, cuyos líderes luego del denominado “Pacto 5 más 1” resolvieron sostenerlo, razón por la cual masacraron a gran parte del pueblo de Aleppo y de otras ciudades.

Después de acabar con el engendro islámico que ayudaron a organizar, los dueños del mundo aplastarán los derechos conquistados por el pueblo kurdo, imponiendo a sangre y fuego los pactos de la post primera guerra que defienden, garantizando así la “unidad de Siria” que no es otra cosa que el fortalecimiento de su gobierno capitalista y anti kurdo.

Lamentablemente, después del retroceso de la lucha contra Erdogan, el PYD y sus aliados decidieron aceptar la “tutela” política de los enemigos principales del pueblo kurdo y de todos los pueblos del mundo: los imperialistas que encarcelaron a su líder - Abdullah Ocallan - y siguen apoyando al carnicero Erdogán. 

La defensa de los acuerdos contrarrevolucionarios - que impusieron la existencia del estado capitalista sirio – no dejará ningún margen para el desarrollo de una verdadera autonomía en territorios kurdos. Las “concesiones” que al Assad está dispuesto a otorgarles a los habitantes de Rojava son solo cosméticas.

Los trotskistas continuaremos apoyando la lucha de los kurdos y las kurdas por sus derechos inalienables, pero hablando claro y cuestionando a sus conducciones, diciéndoles que no es ninguna salida la colaboración con el imperialismo sino la expulsión de los mismos junto con sus marionetas regionales. 

Desde nuestro punto de vista no habrá liberación nacional, social o de género sin encarar la construcción de una Federación de Estados o Regiones Autónomas de carácter obrero y socialista, apoyándose para ese en los auténticos amigos de la revolución: las masas empobrecidas de Medio Oriente y el resto del mundo. 

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