viernes, 27 de mayo de 2016

¿Está Obama realmente ayudando a los kurdos al promover el avance sobre la Capital del Califato?


Por Juan Carlos Beica
La política de Obama para Siria no es otra que la de centrar sus ataques en la figura del Estado Islámico, ubicándolo como el “enemigo diabólico” a vencer. Mientras tanto, aprovecha para sostener al régimen sirio y negociar la sucesión de Bashar Al Assad por algún personaje un poco más potable que el dictador.
De esa manera se juega a imponer un gobierno más fuerte y “legítimo” que el actual, con un nuevo presidente que, manteniendo la unidad de Siria, les garantice a los monopolios las condiciones elementales para la realización de sus negocios.
El jefe máximo de los Estados Unidos pretende conseguir lo que ya logró en Irán, donde los ayatollas abrieron las puertas del país a la voracidad de las grandes empresas internacionales, que desembarcaron masivamente para saquear sus riquezas.
Para eso Obama concretó el pacto “Cinco más Uno” con Putin, el Papa y los líderes iraníes, un acuerdo con el propósito de “estabilizar” Siria e Iraq utilizando a las milicias pro iraníes de Hezbollah como fuerzas de choque de Bashar y del gobierno iraquí.
La presencia de efectivos yanquis en la batalla por Raqqa no debería ser contradictoria con las intenciones de Obama, que al concentrar su poderío bélico sobre la Capital del Califato aleja la posibilidad de derrotar rápidamente al Estado Islámico, que necesita para seguir fortaleciendo al régimen sirio.
Si los yanquis hubieran querido terminar con esta banda habrían ayudado a los kurdos a cumplir con el propósito de unificar los cantones de Rojava, estrangulando a ISIS mediante el cierre de la única puerta que tiene para entrar a Turquía, cuyo gobierno los aprovisiona y les compra petróleo contrabandeado.
La concentración de guerrilleros kurdos en Raqqa debilita, objetivamente, su presencia en el área que va entre Afrin y Kobane, que es la zona que se debería ocupar para unir los cantones, un objetivo que se podría alcanzar mediante la combinación entre bombardeos de saturación y un gran despliegue de tropas.  
Propinarle derrotas a ISIS en Raqqa y el resto del territorio no está mal, pero la unificación de los cantones mataría “dos pájaros de un tiro”, pegándole un golpe durísimo a dos enemigos de la revolución, ISIS y Erdogan, lo cual constituiría un importante apoyo para el pueblo kurdo que lucha contra el ejército turco.
Volver a Kurdistán Desde el Sur

No hay comentarios:

Publicar un comentario