viernes, 16 de septiembre de 2016

Obama, Putin, Bahsar, Erdogan... enemigos de la autodeterminación kurda

Por Juan Giglio:

Uno de los máximos jerarcas militares de Turquía, el general Hulusi Akar, acaba de reunirse con el general ruso Valeriy Gerasimov, quien fue recibido con honores en los cuarteles del Estado Mayor de Ankara.  

Junto con cuestiones militares relacionadas al despliegue de fragatas y submarinos nucleares en el estratégico Mar Negro -apuntando sus cañones hacia Crimea- ambos generales dedicaron gran parte del tiempo en coordinar políticas para Siria.

Luego de la reunión, los representantes militares de Putin y Erdogan se mostraron satisfechos, ya que precisaron los pasos en común que darán en su lucha contra el “terrorismo”, lo cual constituye un aval -por parte de Rusia- a la presencia de tropas turcas en esa región.

Y si Rusia -que está coordinando todo con Obama- está de acuerdo, también están de acuerdo Bashar y los iraníes. Por lo tanto, queda claro que todos estos conformaron una alianza -¿Inédita?- con el propósito defender la unidad geográfica y política de Siria.

En ese sentido, los enemigos de esta sacrosanta “unidad” son los kurdos de Rojava, que al mantenerse firmes con sus deseos “federalistas”, están incentivando una autonomía tan grande, que de imponerse, significaría la imposición de un verdadero estado independiente.

Por ahora, los rusos y los yanquis tratan de convencer a los kurdos, ofreciéndoles algunas concesiones a cambio de que retrocedan. Mientras tanto, los amenazan militarmente, mediante el despliegue de tropas de sus lacayos regionales, o sea Turquía y Siria.

Tienen otras dos cartas: Una es ISIS, que pueden volver a utilizarlo como “quinta columna”, mientras que la otra es el bloqueo económico que, tanto Erdogan como Barzani, implementan en las fronteras de Rojava, boicoteando el abastecimiento de los productos esenciales.

Mientras negocian en Ginebra y otros ámbitos diplomáticos, los imperialistas “aprietan” a las milicias kurdas, YPG/YPJ, jugándose a transformarlas en marionetas al servicio de la aplicación de sus políticas de saqueo brutal de los recursos petroleros y gasíferos de la región.

Sin embargo, las declaraciones de sus comandantes y de sectores del PYD -el partido kurdo más importante de Rojava- contradicen esos deseos imperiales, ya que son muchas voces las que se levantan en contra del pacto anti kurdo, comandado por Obama y Putin.  

Los valientes combatientes kurdos deben recordar, que como amigos no solo tienen a las “montañas”, sino a otros muchos más poderosos y efectivos -los trabajadores y los pueblos de todo el mundo- de cuyo apoyo solidario dependen para derrotar a estos tremendos enemigos.

La Revolución de las asambleas y las mujeres, la del heroísmo si par, está en una encrucijada, porque como nunca, tantos y tan poderosos agentes de la contrarrevolución se han puesto de acuerdo en coordinar esfuerzos para hacer retroceder y aplastar sus conquistas.

Pero el proceso revolucionario kurdo cuenta con una gran ventaja, la de haber ganado una enorme popularidad y simpatía entre las masas y la vanguardia de cientos de países, incluso en los lugares más lejanos, como en nuestro propio país, la Argentina.

Apelando a esta solidaridad, su pueblo está en condiciones de dar los pasos que hacen falta para mantener el Confederalismo Democrático y extenderlo como una propuesta superadora hacia el conjunto de los trabajadores y los pueblos de todo el Medio Oriente. 

Hoy, como nunca, están dadas las condiciones para construir una Federación de Comunidades Autónomas o Estados Socialistas, apoyados en el régimen de la democracia directa y las milicias populares. ¡Si se lo propone, el pueblo kurdo puede ser la vanguardia de este cambio!

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